Descripción
de la ruta
La ruta de esta semana nos
llevará a diversos lugares de la antigua Grecia en las ciudades de Tebas,
Atenas y Esparta. En primer lugar, iremos a Tebas de donde salieron las historias
del rey mítico Edipo rey y Penteo, quienes fueron representados en algunas de
las piezas de arte más hermosas que se han conservado hasta la actualidad.
Posteriormente iremos a
Atenas en donde floreció la elaboración y decoración de cerámicas y vasos de
los cuales se conservan una gran mayoría en la actualidad que son las que han
sobrevivido al paso del tiempo. Sin embargo, sabemos por los registros escritos
y las pinturas mismas de la cerámica, que otros oficios manuales eran muy
importantes. Luego finalizaremos con un crucero por el mediterráneo que nos
llevará hasta Esparta.
Mapa
de la ruta
Imágenes
de la ruta
vaso de ceramic de la época clásica que representa a Edipo y la Esfinge. Tomado de: Vaso griego Edipo y la Esfinge | La guía de Historia del Arte http://arte.laguia2000.com/pintura/4065#ixzz3Gjg5Euvw |
Representación del descuartizamiento de Penteo. Tomado de: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Raffigurazione_di_Penteo_su_un_vaso_greco-_2014-02-08_01-13.jpg |
Mujer hilando, enócoe del Pintor de Brygos, hacia 490 a. C. Museo Británico. Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Artesan%C3%ADa_de_la_Antigua_Grecia |
Estela del zapatero Jantipo, h. 430-420 a. C., Museo Británico. Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Artesan%C3%ADa_de_la_Antigua_Grecia |
Alfarero en su horno. Placa de estilo corintio descubierta circa 575-550 a. C., Museo del Louvre. Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Cer%C3%A1mica_griega |
Panaderos en la artesa, una tañedora de flauta da la cadencia, figurillas de terracota de Tebas, 525-475 a. C., museo del Louvre. Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Artesan%C3%ADa_de_la_Antigua_Grecia |
Historia
de la ruta
La ruta de esta semana nos
llevará por los más interesantes oficios que desempeñaban las personas de las
diversas clases sociales en la Grecia antigua. En primer lugar, es importante
mencionar que Grecia no significaba en su momento una unidad política o
económica, sino más bien una serie de ciudades ubicadas en la península
balcánica, Silicia, Asia Menor y algunas cercanas al Mar Negro. De todas ellas
las más sobresalientes eran Atenas, Esparta y Tebas, y aunque dependiendo el
momento histórico que se analice, algunas regiones fueron más prósperas o
importantes que otras, cuando se piensa en la cultura griega antigua estas tres
ciudades siempre se distinguen. Los griegos “se consideraban hermanos de raza y sentían entre sí una profunda
comunidad de lengua (a pesar de las diferencias de los dialectos locales), de
religión y de costumbres, en contraposición con el conjunto de pueblos que
hablaban otras lenguas distintas al griego. Pero el nombre de Grecia –la
Hélade- nunca tuvo un verdadero significado político en la Antigüedad; Grecia
nunca formó un Estado unido antes de las dominaciones macedonia y romana”
(Flaceliere, Pág 11).
Pese a las diferencias, las
similitudes entre las ciudades y comunidades permiten que podamos hablar de una
cultura griega particular y dentro de ello podamos también caracterizar el
trabajo de los griegos en diversos oficios típicos de la época. Dada la
independencia de los territorios, cada ciudad poseía incluso su sistema de
moneda, factor que será importante considerar en relación con el intercambio
comercial, la retribución por el trabajo y el oficio de los banqueros. “En un principio, cada ciudad independiente
tenía derecho a acunar su propia moneda, pero tan solo algunas ciudades habían
logrado difundir ampliamente las suyas propias” (Flaceliere, Pág 154). Así,
uno de los oficios más novedosos de la antigua Grecia era el de los banqueros
que prestaban dinero a intereses mensuales del 12% o incluso más alto
(Connolly, Pág 47): “…el aumento de la
actividad económica exigía “inversiones”, y para compensar el riesgo de pérdida
parecía justo, a pesar de las protestas de algunos filósofos, que el
prestamista recibiera una plusvalía. Desde finales del siglo V aparecieron los
banqueros, que casi siempre eran metecos o libertos, y los testimonios del
siglo IV relativos a los asuntos de muestran fortunas colocadas casi totalmente
en préstamos” (Flaceliere, Pág 156).
En la actualidad, nadie
cuestiona el importante papel de los banqueros y pese a las quejas por los
altos precios en los servicios bancarios, todos nos alegramos de poder guardar
nuestro dinero de forma segura en una cuenta, de utilizar una tarjeta de
crédito y de tener acceso a préstamos con diversos fines cuando no tengamos
como pagar algo de nuestro propio dinero. Aunque en la actualidad los intereses
bancarios corrientes son mucho más bajos que en la antigüedad, lo cierto es que
el acceso a esos préstamos es también más generalizado.
Pero además de los
banqueros, en la antigua Grecia los oficios más comunes, además de la
agricultura necesaria para la subsistencia, eran las artes y artesanías, la
carpintería y el trabajo del cuero, y por supuesto, la esclavitud. En cuanto al
trabajo manual, los registros históricos muestran que no era muy bien valorado
por los griegos y aunque los artistas y artesanos firmaban su sobras con
orgullo, los pensadores y filósofos cuyos testimonios han llegado hasta
nuestros días dan mayor crédito a otros trabajos que como la agricultura
permitían al hombre o a su familia subsistir sin necesidad del apoyo de
terceros o de la dependencia ajena. “Para
el griego, obsesionado por la libertad, depender de otro para la subsistencia
cotidiana es una servidumbre intolerable” (Flaceliere, Pág 149). Si ese
fuera nuestro pensamiento en la actualidad, la mayoría de nosotros debería
vivir avergonzado; no fabricamos ni producimos ni siquiera la mitad de los bienes
que consumimos, si dependiéramos de nuestros propios medios no tendríamos casi
nada en nuestros hogares y, en el sentido de los filósofos griegos, no somos
realmente libres porque dependemos de los demás para sobrevivir.
A propósito de servidumbre,
aunque con diferencias entre las ciudades, los esclavos griegos no la tenían
tan mal como quizá los de otras culturas. Los atenienses eran criticados por
los espartanos por ser muy laxos con sus esclavos, para entonces tenerlos era
tan común como quizá lo es para nosotros en la actualidad tener carros y solo
las familias más pobres carecían de ellos. Los esclavos eran prisioneros de
guerra y aunque es cierto que desempeñaban labores pesadas y en condiciones
difíciles, no hay registros de que su situación haya sido mucho peor que la de
los hombres libres haciendo trabajos similares en las minas, los hogares, las
artesanías y demás oficios, los cuales incluso les brindaban la oportunidad de
comprar su libertad (Connolly, Pág 46).
Los griegos, al igual que
todas las civilizaciones de la antigüedad, tenían su propio sistema de pesos y
medidas que les permitían desarrollar los diversos oficios, fijar el valor de
los bienes y mantener la estética típica de la época en todo lo que hacían.
Atenas era famosa por la producción de bienes de la más alta calidad que eran
fabricados principalmente por los esclavos que se mencionaron en el párrafo
anterior. “Los ciudadanos constituyen,
como se ha dicho, una especie de aristocracia del trabajo, y es raro que
acepten, incluso de forma temporal, trabajos manuales. Por otra parte, se
ausentan con frecuencia para asistir a la Asamblea o a los tribunales, donde
reciben fichas de asistencia” (Flaceliere, Pág 161). Algunos de los oficios
considerados como manuales podían ser desempañados en casa por los miembros de
la familia como tejer, hilar o hacer pan, pero también es muy conocida la
destreza de los griegos para trabajar la cerámica, la madera, el cuero y la
pintura gracias a los dibujos que conservamos en las vasijas. "Los artistas comenzaron a representar figuras y objetos como áreas de pintura negra, mostrando los detalles por medio de líneas que se realizaban mediante incision antes de colocar los objetos en el horno. Esta técnica de "figuras negras"fue introducida en Atenas hacia 530 A.C.... Hacia el año 600 a.C., la técnica ateniense de figuras negras se convirtió en el estilo predominante en todo el mundo griego"(Cotterell Pág 49). Sin embargo, posteriormente s epopularizó también la técnica invertida que permitía al artista crear figuras rojas en cerámicas negras.
En conclusión, las ciudades
griegas que tenían profundas diferencias ideológicas y culturales unas de
otras, siendo la rivalidad más famosa la de los intelectuales atenienses y los guerreros
espartanos, compartían ciertos aspectos de la vida diaria como lo eran, por
ejemplo, los oficios y trabajos. La esclavitud era un común denominador a la
cultura griega, como a las demás de la antigüedad, pero las condiciones de los
esclavos podían ser más difíciles o laxas según el lugar donde se encontraban y
podían desempeñar diversas labores y tareas que podían ser domésticas,
artesanales o como mano de obra en construcciones y minas. Las imágenes más
interesantes son quizá las que representan la labor de los artesanos, pintores,
carpinteros, alfareros, herreros, tejedores, trabajadores del cuero que
fabricaban zapatos, entre otros que implican oficios manuales.
En contraste con lo que
ocurría en la grecia antigua, en la actualidad los trabajos manuales son bien
valorados y algunas de las obras de arte más valiosas alcanzan montos
exorbitantes. Si bien el artista, el herrero, el carpintero o el pintor no
necesariamente tiene per se un gran valor simbólico en la sociedad industrial
moderna, lo cierto es que los trabajos manuales mejor elaborados y cuya
estética responde a los valores actuales de belleza o armonía, sí son muy bien
valorados. Ni hablar de los diseñadores de ropa o de zapatos que gracias a la concepción moderna de la moda son
apreciados por su ingenio y creatividad, así como los diseñadores de muebles
que dan vida a todo tipo de espacios. Quizá la historia cristiana de José el
carpintero nos ha ayudado a dejar un poco de lado la concepción griega de
descrédito frente al trabajo manual…
Bibliografía
Arturo Coterell. Historia de las
civilizaciones antiguas. T. II. Civilización minoica, micénica, grecia arcaica,
clásica, macedónica, Cartago.
Peter
Connolly, Hazel Dodge. The
ancient city: life in classical Athens & Rome. Oxford
: Oxford University Press, 1998.
Robert Flacelière;
traducción Cristina Crespo. La vida cotidiana en Grecia en el Siglo de Pericles. Madrid:
Ediciones Temas de Hoy, 1994