lunes, 20 de octubre de 2014

Los oficios manuales en la antigua Grecia



Descripción de la ruta

La ruta de esta semana nos llevará a diversos lugares de la antigua Grecia en las ciudades de Tebas, Atenas y Esparta. En primer lugar, iremos a Tebas de donde salieron las historias del rey mítico Edipo rey y Penteo, quienes fueron representados en algunas de las piezas de arte más hermosas que se han conservado hasta la actualidad.

Posteriormente iremos a Atenas en donde floreció la elaboración y decoración de cerámicas y vasos de los cuales se conservan una gran mayoría en la actualidad que son las que han sobrevivido al paso del tiempo. Sin embargo, sabemos por los registros escritos y las pinturas mismas de la cerámica, que otros oficios manuales eran muy importantes. Luego finalizaremos con un crucero por el mediterráneo que nos llevará hasta Esparta.

Mapa de la ruta

 


Imágenes de la ruta


vaso de ceramic de la época clásica que representa a Edipo y la Esfinge. Tomado de:
 Vaso griego Edipo y la Esfinge | La guía de Historia del Arte http://arte.laguia2000.com/pintura/4065#ixzz3Gjg5Euvw

Representación del descuartizamiento de Penteo. Tomado de:
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Raffigurazione_di_Penteo_su_un_vaso_greco-_2014-02-08_01-13.jpg

Mujer hilando, enócoe del Pintor de Brygos, hacia 490 a. C. Museo Británico.
Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Artesan%C3%ADa_de_la_Antigua_Grecia
 
Estela del zapatero Jantipo, h. 430-420 a. C., Museo Británico. Tomado de:
http://es.wikipedia.org/wiki/Artesan%C3%ADa_de_la_Antigua_Grecia
 
Alfarero en su horno. Placa de estilo corintio descubierta circa 575-550 a. C., Museo del Louvre.
Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Cer%C3%A1mica_griega

Panaderos en la artesa, una tañedora de flauta da la cadencia, figurillas de terracota de Tebas, 525-475 a. C., museo del Louvre. Tomado de:
http://es.wikipedia.org/wiki/Artesan%C3%ADa_de_la_Antigua_Grecia
 


 


Historia de la ruta

La ruta de esta semana nos llevará por los más interesantes oficios que desempeñaban las personas de las diversas clases sociales en la Grecia antigua. En primer lugar, es importante mencionar que Grecia no significaba en su momento una unidad política o económica, sino más bien una serie de ciudades ubicadas en la península balcánica, Silicia, Asia Menor y algunas cercanas al Mar Negro. De todas ellas las más sobresalientes eran Atenas, Esparta y Tebas, y aunque dependiendo el momento histórico que se analice, algunas regiones fueron más prósperas o importantes que otras, cuando se piensa en la cultura griega antigua estas tres ciudades siempre se distinguen. Los griegos “se consideraban hermanos de raza y sentían entre sí una profunda comunidad de lengua (a pesar de las diferencias de los dialectos locales), de religión y de costumbres, en contraposición con el conjunto de pueblos que hablaban otras lenguas distintas al griego. Pero el nombre de Grecia –la Hélade- nunca tuvo un verdadero significado político en la Antigüedad; Grecia nunca formó un Estado unido antes de las dominaciones macedonia y romana” (Flaceliere, Pág 11).

Pese a las diferencias, las similitudes entre las ciudades y comunidades permiten que podamos hablar de una cultura griega particular y dentro de ello podamos también caracterizar el trabajo de los griegos en diversos oficios típicos de la época. Dada la independencia de los territorios, cada ciudad poseía incluso su sistema de moneda, factor que será importante considerar en relación con el intercambio comercial, la retribución por el trabajo y el oficio de los banqueros. “En un principio, cada ciudad independiente tenía derecho a acunar su propia moneda, pero tan solo algunas ciudades habían logrado difundir ampliamente las suyas propias” (Flaceliere, Pág 154). Así, uno de los oficios más novedosos de la antigua Grecia era el de los banqueros que prestaban dinero a intereses mensuales del 12% o incluso más alto (Connolly, Pág 47): “…el aumento de la actividad económica exigía “inversiones”, y para compensar el riesgo de pérdida parecía justo, a pesar de las protestas de algunos filósofos, que el prestamista recibiera una plusvalía. Desde finales del siglo V aparecieron los banqueros, que casi siempre eran metecos o libertos, y los testimonios del siglo IV relativos a los asuntos de muestran fortunas colocadas casi totalmente en préstamos” (Flaceliere, Pág 156).

En la actualidad, nadie cuestiona el importante papel de los banqueros y pese a las quejas por los altos precios en los servicios bancarios, todos nos alegramos de poder guardar nuestro dinero de forma segura en una cuenta, de utilizar una tarjeta de crédito y de tener acceso a préstamos con diversos fines cuando no tengamos como pagar algo de nuestro propio dinero. Aunque en la actualidad los intereses bancarios corrientes son mucho más bajos que en la antigüedad, lo cierto es que el acceso a esos préstamos es también más generalizado.

Pero además de los banqueros, en la antigua Grecia los oficios más comunes, además de la agricultura necesaria para la subsistencia, eran las artes y artesanías, la carpintería y el trabajo del cuero, y por supuesto, la esclavitud. En cuanto al trabajo manual, los registros históricos muestran que no era muy bien valorado por los griegos y aunque los artistas y artesanos firmaban su sobras con orgullo, los pensadores y filósofos cuyos testimonios han llegado hasta nuestros días dan mayor crédito a otros trabajos que como la agricultura permitían al hombre o a su familia subsistir sin necesidad del apoyo de terceros o de la dependencia ajena. “Para el griego, obsesionado por la libertad, depender de otro para la subsistencia cotidiana es una servidumbre intolerable” (Flaceliere, Pág 149). Si ese fuera nuestro pensamiento en la actualidad, la mayoría de nosotros debería vivir avergonzado; no fabricamos ni producimos ni siquiera la mitad de los bienes que consumimos, si dependiéramos de nuestros propios medios no tendríamos casi nada en nuestros hogares y, en el sentido de los filósofos griegos, no somos realmente libres porque dependemos de los demás para sobrevivir. 

A propósito de servidumbre, aunque con diferencias entre las ciudades, los esclavos griegos no la tenían tan mal como quizá los de otras culturas. Los atenienses eran criticados por los espartanos por ser muy laxos con sus esclavos, para entonces tenerlos era tan común como quizá lo es para nosotros en la actualidad tener carros y solo las familias más pobres carecían de ellos. Los esclavos eran prisioneros de guerra y aunque es cierto que desempeñaban labores pesadas y en condiciones difíciles, no hay registros de que su situación haya sido mucho peor que la de los hombres libres haciendo trabajos similares en las minas, los hogares, las artesanías y demás oficios, los cuales incluso les brindaban la oportunidad de comprar su libertad (Connolly, Pág 46).  

Los griegos, al igual que todas las civilizaciones de la antigüedad, tenían su propio sistema de pesos y medidas que les permitían desarrollar los diversos oficios, fijar el valor de los bienes y mantener la estética típica de la época en todo lo que hacían. Atenas era famosa por la producción de bienes de la más alta calidad que eran fabricados principalmente por los esclavos que se mencionaron en el párrafo anterior. “Los ciudadanos constituyen, como se ha dicho, una especie de aristocracia del trabajo, y es raro que acepten, incluso de forma temporal, trabajos manuales. Por otra parte, se ausentan con frecuencia para asistir a la Asamblea o a los tribunales, donde reciben fichas de asistencia” (Flaceliere, Pág 161). Algunos de los oficios considerados como manuales podían ser desempañados en casa por los miembros de la familia como tejer, hilar o hacer pan, pero también es muy conocida la destreza de los griegos para trabajar la cerámica, la madera, el cuero y la pintura gracias a los dibujos que conservamos en las vasijas. "Los artistas comenzaron a representar figuras y objetos como áreas de pintura negra, mostrando los detalles por medio de líneas que se realizaban mediante incision antes  de colocar los objetos en el horno. Esta técnica de "figuras negras"fue introducida en Atenas hacia 530 A.C.... Hacia el año 600 a.C., la técnica ateniense de figuras negras se convirtió en el estilo predominante en todo el mundo griego"(Cotterell Pág 49). Sin embargo, posteriormente s epopularizó también la técnica invertida que permitía al artista crear figuras rojas en cerámicas negras.  

En conclusión, las ciudades griegas que tenían profundas diferencias ideológicas y culturales unas de otras, siendo la rivalidad más famosa la de los intelectuales atenienses y los guerreros espartanos, compartían ciertos aspectos de la vida diaria como lo eran, por ejemplo, los oficios y trabajos. La esclavitud era un común denominador a la cultura griega, como a las demás de la antigüedad, pero las condiciones de los esclavos podían ser más difíciles o laxas según el lugar donde se encontraban y podían desempeñar diversas labores y tareas que podían ser domésticas, artesanales o como mano de obra en construcciones y minas. Las imágenes más interesantes son quizá las que representan la labor de los artesanos, pintores, carpinteros, alfareros, herreros, tejedores, trabajadores del cuero que fabricaban zapatos, entre otros que implican oficios manuales.

En contraste con lo que ocurría en la grecia antigua, en la actualidad los trabajos manuales son bien valorados y algunas de las obras de arte más valiosas alcanzan montos exorbitantes. Si bien el artista, el herrero, el carpintero o el pintor no necesariamente tiene per se un gran valor simbólico en la sociedad industrial moderna, lo cierto es que los trabajos manuales mejor elaborados y cuya estética responde a los valores actuales de belleza o armonía, sí son muy bien valorados. Ni hablar de los diseñadores de ropa o de zapatos que gracias  a la concepción moderna de la moda son apreciados por su ingenio y creatividad, así como los diseñadores de muebles que dan vida a todo tipo de espacios. Quizá la historia cristiana de José el carpintero nos ha ayudado a dejar un poco de lado la concepción griega de descrédito frente al trabajo manual…

Bibliografía
Arturo Coterell. Historia de las civilizaciones antiguas. T. II. Civilización minoica, micénica, grecia arcaica, clásica, macedónica, Cartago.


Peter Connolly, Hazel Dodge. The ancient city: life in classical Athens & Rome. Oxford : Oxford University Press, 1998.
Robert Flacelière; traducción Cristina Crespo. La vida cotidiana en Grecia en el Siglo de Pericles. Madrid: Ediciones Temas de Hoy, 1994