Descripción de la ruta
La ruta de esta semana nos
llevará a explorar la geopolítica romana de la época del imperio a propósito de
la obra de Suetonio Los doce césares. Para dar sentido al análisis que motiva la ruta
de esta semana, se hará un pequeño paralelo con nuestro contexto colombiano,
por lo que, como es natural, comenzaremos nuestro recorrido en Bogotá.
Posteriormente iremos a Hipona
(actual Annaba en Argelia) ciudad en donde se cree nació Suetonio, insigne
biógrafo de los césares. Luego visitaremos los territorios romanos de la
antigua galia y germania, particularmente Alesia en donde se desarrolló una
importante batalla en el 52 a.C. y el bosque Teutoburgo o Desastre de Vargo
donde se desarrolló la batalla con el mismo nombre, respectivamente, ambas en
la conquista romana de europa.
Iremos también a Egipto, en
el delta del Nilo y terminaremos nuestro recorrido en Roma, capital del imperio
Romano.
Mapa
de la ruta
Cayo Julio Cesar Bust in Naples National Archaeological Museum Tomado de: http://en.wikipedia.org/wiki/Julius_Caesar |
Octavio Augusto he statue known as the Augustus of Prima Porta, 1st century Tomado de:http://en.wikipedia.org/wiki/Augustus |
Tiberio Nerón Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Tiberio |
Cayo Caligula Bust of Caligula at the Ny Carlsberg Glyptotek museum in Copenhagen Tomado de:http://en.wikipedia.org/wiki/Caligula |
Tiberio Claudio Druso Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Claudio |
Nerón Claudio Busto de Nerón, Museos Capitolinos, Roma.\ Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Ner%C3%B3n |
Servio Sulpicio Galba Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Galba |
Marco Salvio Otón Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Ot%C3%B3n |
Aulo Vitelio Busto de Vitelio. Museo del Louvre, París (Francia. Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Vitelio |
Tito Flavio vespaciano Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Tito_Flavio_Vespasiano |
Tito Flavio Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Tito |
Tito Flavio Domiciano Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Domiciano |
Historia
de la ruta
Suetonio, natural de Hipona, es quizá uno de los nombres más
conocidos de la historiografía romana gracias a su obra biográfica que ha llegado
a nosotros bajo el nombre de Los Doce
Césares en la que narra la vida de los Césares de la era imperial, desde
Julio César (100 a.C.) hasta Domiciano (96 d.C.). En esta obra se conjugan detalles
sobre el manejo y la acumulación de poder, la manera de hacer política en los diferentes
rincones del imperio y la aún muy primitiva noción de estado con los
comportamientos de los jefes máximos del imperio Romano.
Durante esta época, los
emperadores gobernaban en contra de la orgullosa tradición de los romanos de “libertas
(libertad). De allí que la fama de “locos”
pueda deberse a que los romanos no querían un emperador y sentían quizá que el
sistema de gobierno en el que un solo hombre tuviese el poder no era aceptado,
especialmente, en los miembros de las élites y literatos como Suetonio (Welch,
Pág 93). Gracias a la cantidad de datos otorgados por el autor se hace posible
una reconstrucción de la forma de ser, pensar y vivir de algunos de los hombres
más importantes para la historia del imperio e incluso para la de la humanidad.
Viajaremos a través de sus fetiches, hábitos, supersticiones, maneras y
costumbres.
La mayoría de los
emperadores manejaba los asuntos del imperio prácticamente a su antojo, haciendo
así evidente varios problemas respecto a este sistema de gobierno, que como se
dijo, contrariaba la tradicional forma de defender la libertad de los romanos
que desde la época de la monarquía, habían quedado artos del absolutismo. El problema de ellos, era que las pasiones,
defectos y perversiones de un solo individuo guiaron por mucho tiempo el manejo
de las políticas públicas, las finanzas, la producción del derecho y consecuentemente,
el tambaleante concepto de justicia. Debido al abuso de poder por parte de
algunos gobernantes –como Tiberio Nerón, por nombrar un ejemplo- el pueblo los
denominaba tiranos. Además de dicha denominación, muchos de ellos fueron
asesinados por sus enemigos (como Julio Cesar, Nerón, Cayo Calígula, Tiberio,
Galba y Otón) que incluso podían ser sus parientes más cercanos e incluso sus
herederos.
Frente al sistema de
gobierno aparentemente tan molesto pero imperante, ¿cómo debía definirse entonces
la sucesión del poder?. Pese a que se abandonó la idea de la sucesión
hereditaria, la historia de Los doce
césares demuestra que los tres peores gobiernos del periodo imperial fueron
nombrados gracias a sus méritos personales que escondían incluso favores sexuales
a otros monarcas anteriores y/o con el favor de la más respetable institución
de la época que era el senado.
Adicional al asunto de la
sucesión, de la obra de Suetonio se evidencia que no existía para entonces delegación
de funciones o sistema de pesos y contrapesos: en el reinado de Octavio donde
el poder era solamente suyo el emperador cometió toda clase de atrocidades y no
hubo una fuerza que se levantara contra el régimen; mientras que cuando Galba,
Otón y Vitelo llegaron fácilmente al poder y comenzaron a abusar de él,
fueron también fácilmente. Sin embargo, no podemos olvidar que para entonces el
Senado aún funcionaba pero Suetonio lo presenta como una especie de comodín de
los emperadores. Mientras algunos como Nerón rendían algunas cuentas, otros
como cayo Calígula no respetaban sus mandatos y a esto hay que agregare que el
mismo Senado patrocinó algunos de los gobiernos más inútiles dentro de los doce
narrados por Suetonio, entregándole el imperio a personajes como Otón.
Sonará un poco extraño, pero
para acercarnos a la geopolítica y al concepto de estado del imperio romano,
podría hacerse una breve reflexión de nuestro contexto colombiano. Actualmente es un hecho que gracias a la presencia de
guerrillas y grupos paramilitares en ciertas zonas estratégicas del país, el
Estado -que se supone es soberano- no logra concentrar satisfactoriamente el
poder y ejercerlo sobre toda su población y territorio, lo que se traduce en un
severo problema de ineficacia instrumental de la administración estatal. Tiene
nuestra situación todo que ver con la geopolítica romana puesto que ayuda a
entender el asunto de la política ejercida por sectores y el poder ausente en algunas
zonas. Roma ha sido una de las civilizaciones más grandes que el mundo haya
visto jamás pero con un gran poder viene una inmensa dificultad: la de
mantenerlo.
Tal como lo planteaba
Maquiavelo en su obra El Príncipe, el
asunto de mantener el poder se complica cuando se tiene un vasto territorio y
pocas posibilidades de que el soberano lo recorra en su totalidad. Como en
Roma, durante la conformación de la república en Colombia la geografía y los
precarios medios de comunicación y transporte dificultaban la uniformidad no solo
en materia de administración estatal sino también cultural –con costumbres,
cultura y lenguas diferentes distribuidas aleatoriamente por todo el
territorio- .
La conquista de Egipto
amplió las fronteras del imperio, y lo hizo porque además de su estrecha
relación entre el emperador Julio Cesar con el pueblo y su reina, se
implementaron políticas de dominación persistentes que terminaron por convertir
a Egipto en provincia romana durante
el posterior reinado de Octavio Augusto. Otras provincias importantes del
imperio eran la Galia y la Germania.
La mayoría de comentarios de Suetonio frente a estas dejan ver que los
emperadores prestaban bastante atención a la implementación de políticas dentro
de ellas por intermedio de los respectivos delegados, la constante presencia de
diversas legiones de soldados y las innumerables expediciones, que sirvieron a
Roma para consolidar su propiedad y dominio. A pesar de las guerras civiles el
imperio se mantuvo siempre fuerte especialmente en estas zonas.
El asunto de las provincias
es bastante complejo pues todos los doce emperadores tienen en común que
durante su gobierno trataron de gobernar casi toda Europa y el norte de África
desde el epicentro del imperio que era Roma
o sus alrededores y la única herramienta que tenían para llevar su poder
tras las fronteras de esta ciudad era delegar el poder a ciertos funcionarios
para que gobernaran las provincias. La ausencia del emperador y el
desconocimiento por parte de este de las diversas realidades de sus colonias
rompía evidentemente con la uniformidad del imperio y se hacía necesario tomar
medidas específicas para cada región en particular dependiendo su situación de
contexto.
Cabe destacar la importante
labor de Julio Cesar al convertir a la Galia en provincia romana y conquistar
Egipto, así como los trabajos dentro de Roma realizados por Octavio Augusto y
Nerón Claudio dividiendo a la capital en barrios y realizando importantes
construcciones respectivamente. La implementación del censo por parte de
Tiberio Nerón es igualmente un avance importante hecho en Roma, pues el
conocimiento de la densidad de población y sus condiciones de vida sirven para
calcular el impacto de las decisiones tomadas desde el poder.
Con todo esto y a partir de
la lectura de Suetonio es claro que la política y la geografía se encuentran
íntimamente relacionadas y esta relación se puede rastrear claramente desde el
imperio Romano hasta la actualidad colombiana. En términos generales, queda
planteada la idea de que la definición de unas políticas públicas acordes a un
tiempo y espacio determinados será finalmente la guía para el ejercicio del
poder y la administración del estado.
Bibliografía:
Suetonio, Los Doce
Césares. Editorial Porrúa, México. 2004.
Maquiavelo. El príncipe.
Welch, katryn. “Roman Emperors, Divine rulers or mad?”.
En: The Romans. Rizzoli International
Publications. 1998
No hay comentarios.:
Publicar un comentario